La niña en la banqueta

Me encanta que estas cosas solo me pasen a mí, la otra vez ya me paso algo extraño con una mujer sin rostro, y ahora lo que vi fue... más extraño... pero vamos al grano:

El otro día volví a salir tarde del trabajo, como a eso de las 10, estaba tan cansado que ni me acordaba del incidente con "la mujer sin rostro", otra vez no traía carro y me dirigía a una calle más transitada a ver si pasaba un taxi, el caso es que instintivamente me fui caminando por la calle por la que había más luces y más gente.

Estaba ya a unas 2 cuadras de llegar a una avenida principal y estaban unos adolescentes tomando, como se veían bien mala copas me aleje poco a poco de donde estaban hasta que quede caminando en la banqueta opuesta, el caso es que les estaba poniendo demasiada atención a estos chavos cuando de repente escuche un suspiro. Voltee y ahí estaba sentada en la banqueta una niña con el pelo largo, estaba agachada dibujando algo en un cuaderno y tenia el pelo tan largo que le cubría la cara.

Todo normal, pensé, pero entonces me pareció ver que le escurría algo de la boca, algún liquido negro, la palabra "sangre" apareció claramente en mi mente, me le iba a acercar cuando escuche un grito de alguien, que al parecer estaba borracho, diciéndole que se metiera; la niña obedeció, y se metió rápidamente a una casa que solo tenía una ventana y a través de ella se veía la luz de un televisor, y una silueta sentada en un sillón, me pareció que era alguien gordo, y peor aún: me pareció ver que se levantaba de la silla con algo largo en sus manos, como una escopeta o un palo.

Me aleje lentamente, sin dejar de mirar esa silueta en la venta, que parecía que también me estaba mirando, de repente ya me encontraba en la esquina de esa cuadra, y ya no se veía bien esa ventana, así que di media vuelta y apresure el paso. Al día siguiente pase disimuladamente por esa casa, pero estaba cerrada, no he vuelto a pasar por ahí desde entonces, pero ojala que eso que vi no haya sido sangre sino producto de mi imaginación, y ojala que esa pobre niña no sufra ningún maltrato, espero algún día volver a verla y descubrir que en realidad eso que le salía de la boca era chocolate o nieve, y que su padre en realidad tenía una escoba en la mano y descansaba de barrer la casa, ojala...